Calidad del aire interior : control del CO2
Todos sabemos la importancia de la calidad del aire que respiramos, y sabemos que la contaminación provocada por la industria y la automoción está presente en la calle. ¿Pero sabemos si la calidad del aire interior de nuestra casa es buena?
En el exterior, la concentración de CO2 en el aire está por debajo de los 0,04% (400ppm) con pequeñas variaciones por efecto de la estación del año, la hora del día y de los puntos de contaminación localizados.
Necesitamos aire para vivir. Cada día respiramos muchos litros de aire que van directos a nuestros pulmones, y la concentración del CO2 afecta directamente el ritmo respiratorio de las personas. A partir de 1.000ppm se considera que tiene efectos negativos para la salud.
medidor de CO2
medidor de CO2
Una persona en reposo realiza unas 12 respiraciones por minuto que supone movilizar unos 360 litros/hora. Si analizamos un dormitorio de dos personas, durante toda la noche «respiran» muchos miles de litros de aire y el CO2 aumenta rápidamente (gráfico adjunto), reduciendo la calidad del aire interior y llegando a valores de 2.000ppm y con puntas de 2.500ppm, siendo éste un valor muy poco saludable.
Por la mañana, estamos acostumbrados a ventilar la habitación. Con ello conseguimos que la concentración descienda hasta valores correctos de 400ppm, pero es evidente que hemos estado respirando un aire viciado durante muchas horas, y así cada noche. Por lo tanto, a lo largo de nuestra vida estaremos respirando este aire durante muchos años.
La posible solución es dejar la ventana abierta o utilizar ventanas que tengan sistemas para ventilar, pero es evidente que, indiferentemente de que estemos hablando de casas prefabricadas o no, las pérdidas de energía al salir el aire caliente de dentro de la casa va en contra los objetivos de eficiencia energética y de toda lógica económica.
La opción prevista en las casas pasivas es integrar un sistema de ventilación de doble flujo con recuperación de calor. En invierno, el equipo extrae el aire del interior, caliente y viciado, hacia el exterior, al tiempo que coge de frío y limpio del exterior, y utiliza un intercambiador de calor para evitar perder la energía, logrando recuperar un 90-95% del calor, por lo que conseguimos entrar el aire limpio y caliente.
ventilación de doble flujo
ventilación de doble flujo
Por lo tanto, con una inversión razonable, obtenemos una casa con unos niveles de CO2 óptimos cada día del año y sin pérdida energética.
Lee nuestro artículo sobre Crítica a las casas prefabricadas ¿Son casas a medida?